lunes, 21 de enero de 2013

GRAFITI Y ACTITUD SOCIAL

El otro día navegando por la red, encontré el siguiente artículo: 

Donde se opina sobre las palabras del ministro de interior, Jorge Fernández Díaz, que defiende que el hurto, el robo o el arte urbano pertenecen a una misma "actitud social”. En resumen, el ministro muestra el grafiti como síntoma de incivismo, y no como síntoma de expresión.
Es evidente que el valor artístico de ciertos grafitis es cuestionable e inexistente, pero aun así siguen manteniendo intacto su valor de comunicación como elemento de libre expresión. 
Con el arte contemporáneo sucede lo mismo, las latas de sopa y cajas de detergente de Andy Warhol, no son obras bellas de arte, son símbolos de reivindicación. Ahora bien, la gran cuestión de los grafitis, es que a diferencia del arte, no son controlables por un mercado y están al alcance de cualquiera. Para un gran sector de la población, son la única manera de expresar un mensaje abiertamente, quizá por ello se tienda a criminalizarlo.
El cargar contra los síntomas de un problema no los solucionan, la “actitud social” negativa que tanto afán se pone en controlar, se contra resta con: educación, sentimiento de pertenencia, igualdad de oportunidades y de derechos.

 Artista: Banksy. Localización: Londres. (http://www.unurth.com/Banksy-If-Graffiti-Changed-Anything-London)

jueves, 10 de enero de 2013

HUMANO

Según la Wikipedia:

El ser humano constituye desde el punto de vista biológico una especie animal bajo la denominación científica de Homo sapiens (del latín Homo, “hombre”, y sapiens, “sabio”) y pertenece a la familia Hominidae.
(…) El nombre científico, es el asignado por el naturalista sueco Carlos Linneo (1707-1778) en 1758, alude al rasgo biológico más característico: sapiens significa «sabio» o «capaz de conocer», y se refiere a la consideración del ser humano como «animal racional», al contrario que todas las otras especies.
Es precisamente la capacidad del ser humano de realizar operaciones conceptuales y simbólicas muy complejas —que incluyen, por ejemplo, el uso de sistemas lingüísticos muy sofisticados, el razonamiento abstracto y las capacidades de introspección y especulación— uno de sus rasgos más destacados.
Posiblemente esta complejidad, fundada neurológicamente en un aumento del tamaño del cerebro y, sobre todo, en el desarrollo del lóbulo frontal, sea también una de las causas, a la vez que producto, de las muy complejas estructuras sociales que el ser humano ha desarrollado, y que forman una de las bases de la cultura, entendida biológicamente como la capacidad para transmitir información y hábitos por imitación e instrucción, en vez de por herencia genética. Esta propiedad no es exclusiva de esta especie y es importante también en otros primates
(Podéis ver todo el artículo aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/Homo_sapiens)
Es curioso, que se mencione como uno de los rasgos principales de nuestra especie sea la creación de muy complejas estructuras sociales. Estas estructuras sociales son las que impulsa la creación de ciudades, que a su vez son la representación física de las mismas. Por ello, si la observación de las ciudades,  es la observación de lo humano.

miércoles, 9 de enero de 2013

URBANO



Fijar una definición para el término urbano, resulta más difícil de lo que parece. Al intentarlo el otro día en una discusión, a la única conclusión válida que llegamos, es que cada uno tenía su propia percepción de éste término.



Si nos centramos en la definición clásica de la RAE:

Urbano, na. (Del lat. urbānus).:

1. adj. Perteneciente o relativo a la ciudad.

2. adj. Cortés, atento y de buen modo.

3. m. Individuo de la milicia urbana.



Pero esa es la cuestión: ¿Qué es relativo a la ciudad? En un sistema como el europeo donde todo el entorno ha sido tratado o edificado en algún momento,  es imposible limitar de manera específica el alcance de las ciudades.